1 año de la gran nevada en el litoral de Alicante
Hoy se cumple el primer aniversario de la histórica nevada que afectó a algunas localidades del litoral de Alicante. En algunos casos, no cuajaba la nieve desde hacía casi un siglo, mientras que en en el litoral de la Marina Alta fue la nevada más copiosa en décadas.
Hace hoy un año, muchos aficionados y habitantes de la provincia de Alicante vivimos un hecho que pasará a nuestra historia climatológica: una gran nevada en las playas, aquellas que se suelen sacar abarrotadas en los informativos durante el verano. La nevada a nivel del mar del 18 de enero de 2017 fue sólo gran principio de un gran temporal que afectó a la provincia alicantina durante los siguientes días, con acumulados que localmente superaron los 500 l/m2 en el norte de Alicante, justo un mes después de otro gran temporal que dejó acumulados similares. Sin duda, un invierno inolvidable para los amantes de los fenómenos extremos.
La responsable de esta nevada fue una una masa de aire polar continental, asociada a vaguada de evolución retrógada , con la isoterma de -9ºC a 850 hPa (valor medio unos 1500 m) abrazando el norte de la Península, y con la -5 alcanzando el litoral mediterráneo, mientras que a unos 500 hPa (valor medio unos 5500 m) se desarrolló una depresión en altura en los alrededores de Sicilia y otra secundaria más pequeña sobre el sureste peninsular, con temperaturas de hasta -35ºC. Durante las jornadas siguientes, esta vaguada se acabó aislando debido al basculamiento del anticiclón sobre Centroeuropa, inyectando a su vez vientos de levante de gran recorrido marítimo sobre el litoral mediterráneo.
Durante la noche y la mañana del 18 de enero teníamos un ligero flujo del NNE y NE, junto con una inestabilidad acusada en capas medias y altas. La nieve empezó a caer con mucha intensidad en las playas de la Marina Alta, acompañada de aparato eléctrico, fenómeno relativamente habitual en estas tierras, especialmente en las montañas, cuando se dan una serie de condiciones. En Xàbia, Dénia o Teulada las estampas recordaban a algunas zonas de EEUU o Centroeuropa. A nivel del mar se acumularon más de 2/3 cms en algunas zonas, mientras que a 200 msnm los espesores superaban los 10 cms.
Como curiosidad, en el litoral de la comarca de Marina Alta no es muy infrecuente que caigan copos cada pocos inviernos, ya que en este sector el Prebético se desploma al Mediterráneo y predomina la costa acantilada, por lo que muchas zonas costeras están situadas algo elevadas. Sin embargo, es menos habitual que las nevadas sean tan copiosas como las del año pasado. También puede nevar con viento del norte, debido al efecto lago que se produce en el sur del Golfo de Valencia cuando coincide con una irrupción muy importante de aire frío en capas medias-altas, y se da la paradoja de que puede nevar en las playas de la Marina Alta pero no en las montañas situadas a 10 kms del mar (como sucedió en 2005, con nieve en las playas de Calpe).
En el litoral de la Vega Baja la situación fue más excepcional, ya que hacía casi un siglo que no cuajaba la nieve a nivel del mar en localidades como Torrevieja, en concreto desde la Nevà Grossa, en la Navidad de 1926. La nieve se quedó muy cerca de visitar las playas de la comarca el 27 de enero de 2005, cuando nevó en el Mar Menor o en el término de Orihuela. Para esta zona había bastante incertidumbre en la previsión, pero finalmente la nieve llegó a primera hora de la mañana, cayendo con fuerza en localidades como Pilar de la Horadada, ya en el límite con Murcia, donde la nevada también fue copiosa en algunas zonas del litoral durante la mañana, especialmente en Cartagena.
Por contra, el litoral central alicantino (Alicante o Elche) se llevó la decepción del invierno, ya que la nieve no llegó allí. Con flujo y circulación del NNE o NE, las precipitaciones quedan retenidas en el barlovento de las sierras del norte de Alicante o/y afectan al extremo sur de la provincia, mientras que la franja central queda en una zona de sombra pluviométrica. Cuando precipitó la cota ya había subido, cuando el viento ya había rolada a NE. Sin embargo, ya sea por aquella nevada o por las posteriores precipitaciones abundantes e intensas, enero de 2018 quedará grabado para siempre en la memoria de los alicantinos.