"Podemos estar en los inicios de una gran secuencia de sequía ibérica"
Desde el pasado mes de octubre en el cuadrante noroeste peninsular ha llovido un 25% de lo que suele ser habitual. Jorge Olcina, Catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante, advierte que es una situación "atípica" que podría agravarse en los próximos meses.
En los últimos meses las lluvias se han mantenido muy por debajo de la media en el oeste peninsular. Esto ha provocado un preocupante descenso del agua embalsada en las cuencas de Castilla la Mancha, Castilla y León, Cantabria y La Rioja.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), desde el 1 de octubre han caído en promedio 409 litros por metro cuadrado a nivel nacional. Esta cifra muestra un déficit del 13% respecto a lo que suelen recoger los pluviómetros en este periodo. A esto hay que sumar la repartición de las lluvias, que ha sido muy irregular.
En este periodo ha llovido un 25% de lo normal en Galicia, Asturias, la mayor parte de Castilla y León y de Cantabria, Guadalajara, sureste de Extremadura, interior de Andalucía y en el oeste del archipiélago canario.
"Si en lo que queda de primavera no llueve con normalidad, y los modelos no están anunciando lluvias abundantes en esta zona de la península, la situación se agravará", asegura Jorge Olcina, Director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. "Podemos estar en los inicios de una gran secuencia de sequía ibérica, todo va a depender de como se comporte el próximo otoño", añade.
Por el contrario, las precipitaciones han superado la media en el este peninsular, Baleares, zonas del Sistema Central y en las islas de Lanzarote y Fuerteventura. La AEMET señala que hay puntos del sureste que cuentan con acumulados un 50% superiores a los normales. Entre el sur de la provincia de Valencia y el nordeste de Murcia desde finales de otoño ha llovido el doble de lo habitual. También en el nordeste de Granada, norte de Almería y sur de Albacete.
"Este otoño-invierno ha resultado un tanto atípico, pero nada que no hubiera ocurrido antes. Ha llovido de forma muy abundante en el este, especialmente en el sureste peninsular, y no lo ha hecho en el centro y norte con la abundancia y la regularidad acostumbrada. Esto ya se produjo en 1957-58, en 1972-73 o en 1988-89", explica el catedrático.
El agua embalsada cae en picado
La ausencia de precipitaciones ha provocado un notable descenso del agua embalsada en el cuadrante noroeste peninsular. Los embalses de La Rioja han pasado en un año de estar prácticamente llenos, con un 90% de su capacidad total, a presentar un comedido 52%. En Cantabria el cambio también ha sido drástico, han bastado doce meses para pasar del 88% al 49%.
Jorge Olcina ve en este acentuado descenso de los recursos hidrológicos aspectos de "arraigo geográfico". "El gasto para la producción de energía hidroeléctrica viene a ser fijo y se producen desembalses con este fin", advierte.
Los pantanos de Castilla y León en el último año han pasado del 83% de su capacidad a almacenar un 55%. En Castilla la Mancha el agua embalsada ronda el 31%.
En la vertiente mediterránea las lluvias de los últimos meses han logrado atajar en gran parte la sequía. En la Región de Murcia los embalses están tres puntos porcentuales por encima de la media de los últimos diez años, aunque siguen presentando un irrisorio 34%. La Comunidad Valenciana aún no ha conseguido remontar del todo el vuelo y el agua embalsada, que se acerca al 40%, se mantiene cuatro puntos por debajo del promedio de la última década. En Cataluña los embalses presentan un saludable 82% (datos de Embalses.net).