¡Increíble! Existe un pueblo construido con diamantes
Los habitantes de un pequeño pueblo no muy lejos de aquí, en Europa, estaban convencidos de que vivían en el cráter de un volcán. Pero pronto notaron que las paredes de sus casas brillaban más de lo habitual. ¿Dónde está la ciudad de diamantes?
A mediados del siglo XIII, cuando un grupo de personas buscaban un lugar donde establecerse, pensaron que el cráter de un volcán extinto era una gran idea. La pequeña depresión en el terreno ofrecía protección con una muralla natural rodeada de un frondoso bosque donde recolectar alimentos. Para la Edad Media, el lugar era muy conveniente. Y no estaban tan equivocados, ya que todavía existe y la aldea hoy es parte de la ciudad de Nördlingen, Alemania.
Dentro de este agujero comenzó a crecer la aldea, cuyos hogares se construían con piedras que obtenían del mismo cráter. Y mientras las casas se levantaban, notaron que algo raro pasaba: las paredes brillaban bajo el Sol. Las piedras de las edificaciones, que se conocen con el nombre de suevitas, tenían incrustados millones de pequeños diamantes, con una concentración sin igual. Pero lo más sorprendente de todo, es que no se descubrió el porqué de los destellos en esas piedras hasta la década de 1960.
Después de estudiar el paisaje desde la distancia, los geólogos estadounidenses Eugense Shoemaker y Edward Chao notaron que el cráter no cumplía con los criterios propios de un volcán, por lo que viajaron al pueblo para probar su nueva hipótesis: que el pozo se había formado de arriba hacia abajo. Tras investigar la región, determinaron que el círculo era, ni más ni menos, que el impacto de un meteorito que golpeó el suelo hace 15 millones de años creando un cráter de unos 26 kilómetros de ancho y 150 metros de profundidad.
Y por esas casualidades de la vida, el meteorito cayó sobre un enorme depósito de grafito. El impacto lo sometió a temperaturas y presiones gigantes transformando al carbono casi instantáneamente en millones de diamantes de menos de 0,2 mm de diámetro. Los geólogos locales estiman que los muros y edificios de esta ciudad única contienen aproximadamente 72.000 toneladas de diamantes. La suevita puede encontrarse en otras partes del mundo donde se produjeron impactos similares, pero en ningún lado la concentración de gemas es comparable con las de Nördlingen.
¿Por qué no los extraen?
A pesar de tan valioso descubrimiento, ¿por qué razón no se han derribado estas paredes para extraer estas valiosas piedras? Básicamente se debe a su tamaño, que a penas resultan visibles a simple vista. Cada diamante es tan pequeño que no tienen valor como gema.
"Hay lugares en el mundo donde este tipo de material producido por el impacto de meteoritos ha sido usado en la construcción, pero nunca en la misma proporción que aquí", dice Hölzl, encargado del museo local. "Aquí se utilizó para construir un pueblo entero", destaca. "Por suerte son muy, muy pequeños, si no creo que la torre del pueblo habría sido derribada hace mucho tiempo", bromea.
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El cráter de Nördlingen es tan distintivo que los astronautas del Apolo 14 y el Apolo 16 visitaron el lugar antes de misiones lunares para aprender qué tipo de rocas podían encontrar en el espacio y cuáles debían traer de vuelta a la Tierra.
A pesar de todo esto, sin embargo, a muchos en el pueblo parece darles igual el vivir entre millones de pequeños diamantes. No creen que sea algo interesante y se preguntan por qué hay gente que llega de todo el mundo a visitarlos. "Lo vemos todos los días, para nosotros no es nada especial", comentan en medio de los turistas que recorren las brillantes y antiguas calles.