¿Una primavera cálida? La fiabilidad de las estacionales

Según AEMET, la primavera será más cálida de lo habitual en España, con precipitaciones que estarán por debajo de lo habitual en algunas regiones. ¿Cuál es el grado de fiabilidad de estas previsiones estacionales?

Aspecto del Bullaque, afluente del Guadiana, tras las abundantes precipitaciones del mes de marzo.

Estamos a las puertas de abril, tras un mes de marzo que no ha dejado indiferente a nadie en lo que respecta al panorama meteorológico. Las precipitaciones han estado muy por encima del promedio de este mes en numerosas zonas de nuestro país, gracias al desfile continuo de borrascas y frentes procedentes del Atlántico.

Esta situación ha supuesto un alivio muy importante en aquellas regiones donde la sequía era muy preocupante, con una subida muy significativa de los embalses durante las últimas semanas. Según el último boletín del MAPAMA, los embalses españoles ya almacenan más del 62% de su capacidad total. Tras un mes de primavera (recordemos que la primavera climatológica comenzó el 1 de marzo), ¿qué es lo que debemos esperar en lo que queda de estación?

Primavera cálida y seca en el este, según AEMET

Hace unos días, AEMET anunció que se esperaba una primavera más cálida respecto a la media, especialmente en el sur de la Península, mientras que en cuanto a las precipitaciones estaríamos ante una primavera que podría ser algo más seca respecto a los valores medios en el Mediterráneo y sureste peninsular.

A corto y medio plazo parece que van a predominar los templados vientos del oeste y del suroeste, con algunas borrascas acercándose a la Península, en concordancia con lo que señalan las previsiones estacionales de AEMET, basadas en el Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio. Sin embargo, las previsiones de otros organismos, como la NOAA, manejan un escenario totalmente distinto para la primavera.

Según las previsiones del NOAA, en lo que queda de primavera meteorológica esperamos precipitaciones por encima de lo habitual en el este y sureste de la Península (justo lo contrario que las del Centro Europeo), mientras que en lo que respecta a la temperatura, el organismo americano prevé unos valores en torno a la media. ¿Por qué hay tantas diferencias entre los mapas de estos organismos?

El invierno pasado se preveía cálido de lo habitual en todo el país, la realidad fue bien distinta.

Las previsiones estacionales están aún en fase experimental, y no resultan muy fiables en latitudes medias, y aún menos en un caso como el de España, donde su orografía y ubicación son muy complejas. Nos encontramos entre dos cuerpos de agua de distinta naturaleza (Atlántico y Mediterráneo), también en una zona donde es habitual que nos visitan masas de aire de distinta naturaleza (desde las gélidas árticas hasta las tórridas tropicales continentales). Sin olvidar la proximidad a África y nuestra orografía tan compleja.

Todo esto, entre otras cosas, dificulta muchísimo que podamos hacer previsiones fiables a partir de 4 o 5 días. Sin olvidar las particularidades de cada zona. Por ejemplo, en el Mediterráneo en toda la primavera puede no llover nada y después, en 12 horas, producirse precipitaciones muy intensas, superiores a la media, quedando una estación climatológicamente húmeda a pesar de ser meteorológicamente seca. Ahí tenemos también lo que sucedió el pasado invierno, que se preveía cálido en todo el país.

No soy partidario de estas previsiones por estas razones, y es algo en lo que se debería insistir antes de dar una previsión a 3 meses. En mi caso, me las tomo como una anécdota, en ocasiones con humor. Como aficionado a la meteorología que vive en el Mediterráneo, soy fiel defensor del partido a partido (día a día) de las previsiones meteorológicas. Esperemos que en lo que queda de primavera tengamos precipitaciones muy abundantes en todo el país, y que vuelvan a errar estas previsiones.