Después de una segunda mitad del invierno marcada por los bloqueos anticiclónicos y un chorro polar muy ondulado, la primavera meteorológica comienza con notables diferencias: la próxima semana el chorro acelerará sobre Europa y las borrascas atlánticas circularán por el continente.
Víctor González
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A tan solo un mes para que de comienzo la Semana Santa, muchos empiezan a preguntarse por el tiempo que tendremos en esas fechas. No habrá procesiones, pero sí vacaciones. Aquí hablaremos de los complejos rasgos climáticos que caracterizan a esa época del año.
Las concentraciones de polvo mineral condicionarán incluso la visibilidad en algunas zonas, con valores que superarán ampliamente el umbral de los 50 microgramos por metro cúbico, a partir del cual la calidad del aire se considera desfavorable.
El frío extremo por ahora queda lejos de nosotros, pero las borrascas no tanto. La segunda quincena de febrero vendrá marcada por un patrón de bloqueo anticiclónico en latitudes elevadas y una circulación zonal que no termina de organizarse.
Las próximas borrascas de gran impacto recibirían el nombre de Karim y Lola, y no es descartable que alguna salga de la serie de depresiones que se avecina. Serán numerosos los sistemas frontales que nos crucen durante estos días, algunos muy activos, con lluvias y fuertes vientos.
Tras un mes de enero de contrastes meteorológicos extraordinarios, febrero se presenta con bastante variabilidad en su comienzo. Toca prestar atención a los escenarios que plantean los modelos y en especial a nuevas irrupciones de aire frío sobre esta zona del continente.
Tras el paso de Gaetan y Hortense, otra nueva borrasca afectará de forma inminente a la Península Ibérica dejando precipitaciones y fuertes vientos. Esta sucesión de frentes parece que tendrá un brusco final la semana que viene.
Las condiciones de estabilidad que están manteniendo el aire frío sobre la Península Ibérica, facilitando la conservación de la nieve, finalizarán de forma relativamente brusca a mediados de esta próxima semana.
Después de las intensas y extensas nevadas que dejará la borrasca Filomena en las próximas horas, el foco de atención se centra en las temperaturas, que descenderán a valores extraordinarios en las zonas nevadas durante las noches.
Enero de 2021 empieza con temperaturas bajas y algunas nevadas de cierta entidad. Sin embargo, nos espera un mes de contrastes y elevada incertidumbre que, de momento, empezará por traernos aún más frío.
Las navidades este año traen cambios meteorológicos importantes, el primero y más significativo será un descenso de las temperaturas, que ya se empieza a notar en algunas zonas y que se acentuará el fin de semana.
Con el cambio de estación las miradas se centran en las previsiones a largo plazo, con mayor interés aún al tratarse del invierno. ¿Serán unos meses nivosos o predominarán las calmas anticiclónicos? Aquí te lo contamos.
Tras el paso de la borrasca Ernest, sucesivos frentes cruzarán la Península de oeste a este dejando algunas lluvias y condiciones de temporal en zonas expuestas durante los próximos días. Las temperaturas y cota de nieve irán ascendiendo a partir del miércoles.
El frente frío asociado a Dora está cruzando la Península Ibérica, dejando estampas invernales en muchas zonas. Además, se tratará de una situación persistente, especialmente en la mitad norte. Aquí te contamos la última hora del temporal.
La próxima borrasca que se aproxime a la Península Ibérica lo hará por el suroeste y podría tener bastante interés científico si logra adquirir características subtropicales. Afectará directamente a Madeira y en menor medida a puntos del extremo occidental peninsular.
La lluvia helada o engelante es un fenómeno raro, adverso y extremadamente interesante, tanto por el fenómeno físico que hay detrás, como por las severas consecuencias que tiene donde cae. Aunque no lo parezca, también la conocemos bastante en España.
La circulación de los niveles más altos de la atmósfera también varía estacionalmente, como lo hace en la troposfera. Sin embargo, este año parece que esas variaciones pueden ser muy anómalas y de consecuencias difíciles de prever.
La borrasca que nos afecta se desplaza poco a poco al Atlántico Norte, pero aún seguirá afectándonos con intensidad. Un frente frío cruzará la Península entre esta tarde y el sábado dejando lluvias fuertes generalizadas y algunas tormentas puntualmente organizadas.
Las fuertes tormentas registradas en las últimas horas han dejado grandes acumulados de lluvia y granizo, causado desperfectos en diversos puntos de la Península Ibérica. La borrasca que las está generando se quedará con nosotros al menos hasta el fin de semana.
El potente anticiclón de bloqueo situado sobre el suroeste de Europa es garantía de estabilidad en toda la Península Ibérica. Sin embargo, durante la primera semana de noviembre empezará a moverse hacia el Atlántico, dando paso a una situación muy diferente.