Mientras la tormenta tropical Ida se convierte en una amenaza para el Golfo de México, otros dos sistemas se desarrollan en el Atlántico Norte. Uno de ellos se aproxima a las Azores y podría enfilar hacia el continente europeo.
Víctor González
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Las tormentas resurgen tras semanas ausentes en la mayor parte del mar. Las altas temperaturas de mares y océanos es una de sus principales fuentes de combustible en estas fechas, por lo que es habitual que se generalizan y afecten a más zonas.
En Groenladia quedaban observatorios meteorológicos en los que todavía no se había registrado lluvia. Esto ha cambiado hace unos días, cuando por primera vez se ha observado este meteoro en una de las zonas donde mayor espesor tiene la capa de hielo que cubre la isla.
Los valores de temperatura registrados confirman que la ola de calor que ha afectado tanto a la Península Ibérica y Baleares como a Canarias son excepcionales. Probablemente hayamos vivido uno de los eventos más extremos desde que se tienen registros.
En pleno verano el calor puede sorprender en cualquier punto de la Península, aunque bien sabemos que los valores próximos o superiores a 45 ºC están al alcance de muy pocos sitios. Aquí hablamos de ellos.
Grecia y Turquía se recuperan de las temperaturas extremas alcanzadas estos días, sin embargo, el aire cálido presente al norte de África apunta esta vez al Mediterráneo occidental, pudiendo alcanzar a la Península Ibérica la semana que viene con temperaturas muy elevadas.
Este mismo viernes finalizará este periodo de altas temperaturas. Mañana sábado el descenso será generalizado y notable en muchos casos, aunque será en el noreste donde además tendrán que prestar atención a las tormentas; alguna podría ser severa.
Tras unos días muy cálidos y estables en buena parte de la Península, una vaguada atlántica dejará un ambiente mucho más fresco así como condiciones favorables para el desarrollo de tormentas a partir del domingo en el este peninsular. Localmente podrían venir con granizo.
Las precipitaciones registradas desde el pasado martes han llevado a los ríos a crecer por encima de los caudales registrados a lo largo del último siglo en algunos puntos. La situación meteorológica que ha originado esta situación es bien conocida, aunque su intensidad ha sido inesperada.
El Valle de la Muerte ha hecho honor a su nombre durante una ola de calor con pocos precedentes en la zona, dejando registros difíciles de ver en nuestro planeta. Ahora, el debate sobre si se ha batido un nuevo récord de temperatura máxima está abierto.
El episodio de calor intenso que está a punto de comenzar no vendrá solo: las condiciones meteorológicas potenciarán el riesgo de incendios a un nivel muy poco habitual incluso para un mes de pleno verano.
Esta es una pregunta recurrente, y más estos días. No tiene fácil respuesta: por un lado es una cifra difícil de alcanzar y de la que no hay registros oficiales, por otro, los récords de temperatura máxima han ido subiendo en los últimos años ante episodios de calor cada vez más potentes.
Mientras una de las olas de calor más importantes desde que se tienen registros continúa afectando a zonas del oeste de Estados Unidos y Canadá, tanto los estados del interior como buena parte de América del Sur sufren temperaturas inusualmente frías.
La temenda irrupción cálida que está afectando de lleno a la costa occidental de América del Norte es excepcional. No sólo son ya temperaturas de récord, sino que además en estos próximos días seguirán subiendo, y en algunos puntos podrían acercarse a los 50 ºC.
A partir del domingo tendremos cambios importantes y anomalías térmicas negativas muy marcadas en algunas zonas, aunque a lo largo de la próxima semana se irán recuperando y podríamos tener el primer episodio de altas temperaturas del verano.
La estabilidad, una mayor ausencia de cambios meteorológicos y las altas temperaturas muchas veces nos hacen olvidar algunos de los fenómenos más característicos del verano. Unos son inofensivos, y otros pueden ser destructivos.
Durante episodios de tormentas como el actual no es la primera vez que surge el debate, y es que para un observador y bajo ciertas condiciones los tornados y los reventones pueden confundirse al parecer fenómenos similares, pero no lo son.
Aunque las tormentas no sean novedad estos días, sí lo está siendo su intensidad en estas últimas horas, que ha repuntado notablemente dando lugar a tormentas severas con granizo, fuertes vientos y chubascos. Además, continuarán el viernes.
La Antártida está enfriándose a un ritmo extraordinario en las últimas semanas. Al mismo tiempo, el este de Australia ha recibido uno de los temporales invernales de las últimas décadas. ¿Puede existir una relación entre ambos fenómenos?
Será visible desde casi toda la Península, algo que no sucedía desde agosto 2017 y que no volveremos a ver hasta el próximo eclipse parcial del 29 de marzo de 2025