Las próximas dos madrugadas depararán heladas en la mayor parte de la Península y puntualmente, también, en Baleares. Te contamos la última hora de esta "semana de hielo".
Juan José Villena
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Mañana las nubes y las precipitaciones escamparán, excepto en el norte peninsular, Baleares y Canarias. Con los claros llegarán las heladas, que serán intensas en amplias zonas del interior peninsular.
En las últimas horas ha arreciado el temporal en la Península Ibérica y Baleares. Hay 387 carreteras afectadas por la nieve, 56 de ellas cortadas al tráfico. En las próximas horas continuará nevando.
Hoy ha nevado en media Península Ibérica. Este tiempo gélido e inestable, que deja problemas en numerosas carreteras, no es más que el inicio de una semana gélida. Se podría gestar la primera ola de frío del invierno.
En las últimas horas la marmota Phil ha centrado toda la expectación, quitándole crédito a la Candelaria, que es la que realmente nos importa. Y ésta ha hablado. “Si la Candelaria nieva, treinta más con ella”.
Hoy las cadenas son imprescindibles en multitud de puertos de montaña del noroeste peninsular y, también, en algunos del sureste. Este fin de semana los problemas por el blanco meteoro en las carreteras se multiplicarán, sobre todo el domingo.
En las próximas 36 horas la lluvia y la nieve se erigirán como protagonistas. El blanco meteoro en la próxima madrugada podrá aparecer a partir de los 400 metros en el norte y el este peninsular.
Mañana una masa de aire polar provocará un notable descenso de temperaturas. Lloverá y la cota de nieve descenderá hasta los 600 metros en el norte peninsular y 400 metros en el este. Este fin de semana tendremos otra tanda.
En la próxima madrugada la Luna se teñirá de rojo. La lluvia que caiga en el sur de la Península Ibérica también. Acogerán el color de la sangre. ¿Por qué? ¿Serán fenómenos relacionados?
La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), o gota fría, ya está sobre Marruecos. Esta semana dejará precipitaciones en Canarias y de cara a la que viene podría tener la llave de un nuevo envite invernal.
La Depresión Aislada en Niveles Altos se empieza a retirar tras dejar nevadas copiosas, un vendaval y lluvias fuertes en el sureste peninsular. En la Comunidad Valenciana algunos observatorios han recogido más de 100mm.
La nieve está dejando problemas en numerosas carreteras de la Península Ibérica. El blanco meteoro corta puertos de montaña en León y Salamanca, y aún se sumarán unos cuantos centímetros más.
En las próximas horas la nieve cubrirá la mayor parte de las sierras de la Península Ibérica e incluso irá más allá. Mañana la cota podrá bajar hasta los 500 metros en puntos del centro y el nordeste.
En las próximas horas un frente frío abrirá paso a una vaguada con aire polar marítimo. Esta última acabará desgajándose hasta formar una DANA o gota fría entre el sábado y el domingo. ¡Tormentas a la vista!
Hace unos minutos un potente terremoto de magnitud 7.9 en la escala Richter ha sacudido el océano Pacífico. Su epicentro, a unos 317 kilómetros mar adentro al sureste de las Islas Kodiak, en Alaska, ha obligado a activar a alerta de tsunami en toda la costa oeste de Norteamérica.
Hoy se ha batido el récord de temperatura máxima para un mes de enero en la ciudad de Valencia... ¡por segundo día consecutivo! Dentro de tres llegará un frente frío y la cota de nieve caerá en picado.
Que corra la voz. Los amantes de las actividades del aire libre tendréis una magnífica oportunidad el domingo, salvo en unos pocos rincones. Te contamos las excepciones para que el tiempo no estropee la fiesta.
En los Países Bajos el vendaval, que ha dejado ráfagas de hasta 140 kilómetros horas, ha segado la vida de 3 personas, interrumpido el transporte público y dejado daños por valor de millones de euros.
En las próximas horas las olas podrán llegar a los 9 metros frente a las costas de Galicia, y hasta los 8 metros en el Cantábrico. ¿Cómo puede levantarse tal marejada sin viento? Por el "traicionero" mar de fondo.
Un grupo de investigadores de la Fundación CEAM acaba de publicar un estudio que muestra un Mediterráneo muy sensible al calentamiento global. El ascenso de temperaturas podría agravar los episodios de lluvias torrenciales y las olas de calor.