Los científicos asombrados por el comportamiento de los monos al paso de un huracán: "comenzaron a compartir"

Un interesante estudio publicado en la revista Science, analiza el comportamiento de los monos en una pequeña isla, antes y después del paso de un poderoso huracán de categoría 4. Los resultados sorprendieron a los científicos.

Monos
Los monos abandonaron su actitud beligerante por una buena causa en Puerto Rico.

Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Science, analizó durante un período de 10 años los cambios en la manera de socializar de los monos (rhesus macaques) en una isla arrasada por un huracán de categoría 4. El ciclón tropical, generó una deforestación masiva y persistente provocando un aumento de la exposición de los monos a temperaturas extremas. Como resultado, el comportamiento de los monos cambió debido al efecto de un desastre natural externo.

El devastador huracán Maria y la "isla de los monos"

El huracán Maria hizo impacto en Puerto Rico en 2017, causando la muerte de más de 3000 personas. El ciclón tropical arrasó el 63% de la vegetación de Cayo Santiago, conocido popularmente como la isla de los monos, por la gran abundancia de la especie rhesus macaques. La isla se encuentra a 950 metros de Puerto Rico y tiene una longitud de tan solo 600 metros de norte a sur, y 400 metros de ancho.

Previo al paso del huracán, la isla era un vergel con una extensa cobertura forestal que ofrecía abundante sombra. Tras la tormenta, la isla se convirtió en un desierto polvoriento con muy pocos árboles disponibles para dar cobijo del calor extremo. Incluso hoy día, la cobertura forestal no se ha recuperado del todo y la sombra escasea. Como resultado, los monos han cambiado su manera de interaccionar entre ellos, con una rapidez que ha sorprendido a los científicos.

Monos más tolerantes

Los investigadores observaron que, tras el paso del huracán, los monos se volvieron más tolerantes y las conductas agresivas entre ellos, disminuyeron. Antes del huracán, la sombra en la isla era abundante y las conductas agresivas no implicaban un aumento de la mortalidad.

Tras el desastre natural, la sombra se volvió un bien escaso y necesario para la supervivencia hasta el punto que, aquellos monos más dispuestos a compartir sombra reducían su probabilidad de morir en un 42%.

Las conductas sociales se registraron minuciosamente, tomando un registro de agresiones y las ocasiones en que los monos se sentaban juntos. Los Macacos viven en una sociedad agresiva y competitiva pero tras el huracán, con muy poca sombra disponible y temperaturas de más de 40 ºC, tuvieron que adaptarse para sobrevivir. El doctor Camille Testard, uno de los autores del estudio, afirma: "el huracán cambió las reglas del juego en la sociedad de los monos".

Los autores afirmaron estar sorprendidos por la flexibilidad y rapidez de los Macacos para adaptarse a este evento extremo. Estrechando los vínculos sociales, los monos se volvieron resistentes a un cambio en el entorno. Para aquellos animales que viven en grupos, las relaciones sociales pueden ayudarles a sobrevivir a otros desastres, incluso como mecanismo de adaptación hacia el cambio climático.